Mi experiencia, como prepararse para el ENARM
Primer paso: ¿Realmente quiero ser especialista?
La Medicina es una profesión llena de complejidad, a diferencias de otras ramas profesionales, las posibilidades académicas y laborales en de los galenos son tan variadas que puede resultar exorbitante al llegar a los últimos años de la carrera, decidir qué rumbo tomar. Pareciera que en cierto momento la única opción viable para el desarrollo pleno de la medicina es ser especialista y nos obsesionamos con dicha idea, sin cotejar años de estudio, trabajo y recursos económicos invertidos, nuestros más profundos deseos y expectativas tanto en el ámbito profesional como en la vida personal.
¡Ya soy médico! ¿Y ahora qué?
Una de las etapas más importantes en la vida del médico, y un paso primordial para elegir la especialidad o el camino a seguir como profesionistas, es el internado de pregrado, a lo largo de un año el estudiante de medicina experimenta la dicha y el infortunio de la medicina, cursa por las áreas troncales en los 3 niveles de atención y emprende el ejercicio de la medicina poniendo en práctica los conocimientos recabados en los años previos y desarrollando todo tipo de habilidades desde clínicas, quirúrgicas, administrativas, etc.
En esta etapa el estudiante contrasta el campo teórico de la ciencia médica con la realidad, es entonces cuando nos damos cuenta de que ser médico no solo implica estudiar duro si no enfrentar las adversidades del sistema de salud, trabajar con recursos insuficientes, atender a todo tipo de pacientes con diferentes culturas y niveles socioeconómicos, remitirse a un sistema de jerarquías en la posición menos ventajosa, en general el médico interno debe hacer de todo con la mejor actitud y sin protesta, a fin de sostener la frágil estructura hospitalaria de las instituciones.
¿Cuáles son mis opciones?
Sin embargo, no todo es gris en el internado de pregrado, como ya se ha mencionado, la medicina es una ciencia multidisciplinaria y llena de posibilidades, y realmente nunca más en la vida del médico se tendrá una mejor oportunidad para experimentar de primera mano todo lo que ofrece la medicina.
Si bien es imposible recorrer todos los cursos en solo un año, generalmente los médicos internos rotan por los servicios troncales tales como Ginecología, Pediatría, Medicina Interna, Cirugía General, Urgencias Médico Quirúrgicas, incluso se tienen contactos de primer nivel en Medicina Familiar o la consulta externa.
De dichas áreas se desprenden múltiples subespecialidades y se tiene contacto con especialidades menos conocidas pero igual de importantes como la Anatomía patológica, la Epidemiología, entre muchas otras, incluso en ciertos hospitales se tiene la posibilidad de hacer rotaciones al extranjero, todo constituye enriquecimiento para el estudiante que puede desarrollar y descubrir destrezas, fortalezas y debilidades, y puede orientar sus metas a las áreas que más se hayan disfrutado o que resulten más ventajosas.
Es por eso que en lo personal considero que tomar una decisión sobre que ser especialista en la etapa de estudiante es demasiado aventurado, solo después de cursar el internado de pre-grado podemos tomar una decisión acertada y con mayor probabilidad de evitar arrepentimientos al momento de elegir una especialidad médica.
¿Una especialidad es mi único futuro?
Es importante considerar que la especialidad médica no es la única alternativa para el ejercicio de la profesión, antes de tomar la decisión de prepararse para una especialidad es importante valorar el panorama completo de oportunidades para médicos generales, si bien se espera que la mayoría de las ofertas laborales sean poco gratificantes como los consultorios de farmacias, con un buen curriculum y con dedicación se pueden encontrar buenas alternativas.
Nunca se debe de demeritar la Medicina General, pues una buena formación universitaria asegura que un médico general sea capaz de desenvolverse en casi cualquier campo, desde consulta de primer nivel en consultorios particulares o en instituciones de salud, atención a los trabajadores de diferentes empresas e industrias, asistencia en procedimientos quirúrgicos y gineco obstétricos o atención en el área de urgencias y hospitalización de diferentes clínicas y hospitales. Además no podemos olvidar el trabajo de investigación, estudios de posgrado, docencia y múltiples áreas académicas que son postergadas o descartadas por el afán de ser especialista.
Es así que la decisión como elegir una especialidad médica no resulta fácil, es importante definir los objetivos vida, gustos, necesidades, aptitudes, fortalezas y debilidades al llegar al final de la vida universitaria, con tal aterrizaje a la realidad se adquiere la confianza y determinación que se requiere para emprender el arduo proceso de preparación para el examen nacional de residencias médicas.
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