Consulta las fuentes adecuadas
Es importante tomar en cuenta que gran parte del examen se basa en las Guías de Práctica Clínica elaboradas por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud. Por lo que si bien podemos utilizar todo tipo de fuentes de información, es conveniente revisar las guías al menos de los temas más importantes. Dichas guías no siempre van a la vanguardia con otras fuentes médicas, sin embargo son diseñadas por expertos mexicanos y marcan una referencia en el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos en las Instituciones de Salud de nuestro país, por lo tanto no se pueden descartar y deben de ser una de nuestras principales fuentes al momento de estudiar para el ENARM.
Refuerza las áreas de mayor dificultad
Siguiendo con los puntos clave en la preparación para el examen nacional, a lo largo del proceso de estudio, se pueden hacer evidentes tema que resultan difíciles de dominar. Es verdaderamente importante identificar dichos temas y tomar las medidas necesaria para lograr entenderlos y dominarlos, especialmente en las áreas con mayor puntaje en el examen, que son Medicina Interna y Pediatría. Dichas áreas generalmente son las más extensas y complicadas para la mayoría de los estudiantes. Y desafortunadamente el examen no esta diseñado para valorar el conocimiento en la especialidad en la que deseamos concursar, sino que evalúa el conocimiento del médico general.
No temas pedir ayuda
Por lo tanto en el cronograma de estudios debe de programarse mayor cantidad de tiempo a los temas más complejos. Al acercarse las fechas del examen es necesario tener una noción clara de todas las especialidades troncales. Cuando un tema no es comprendido hay estrategias que podemos implementar. El primer paso es estudiar el tema en fuentes de información más digeribles. Si aún no comprendemos lo mejor es consultar con compañeros que dominan el tema o de ser posible con especialistas en la materia. No hay que dudar en pedir ayuda si la necesitamos, pues parte del perfil de un médico residente será su capacidad para resolver problemas y aprender nuevas habilidades. Y ese punto inicia desde la preparación para el examen nacional y en como decides estudiar para el ENARM.
La práctica hace al maestro
La mejor manera de reforzar los conocimientos recabados para el examen nacional es al ponernos a prueba con exámenes simuladores. La práctica debe de ser constante y empieza desde el primer día de estudio. Al contestar la mayor cantidad de exámenes posibles se adquieren grandes ventajas. Por una parte se identifican los temas que se necesitan repasar con mayor dedicación y lo que más necesitar estudiar para el ENARM. Y lo más importante, los exámenes simuladores nos permiten familiarizarnos con el formato de examen que es uno de los principales puntos a trabajar para contestar adecuadamente.
El examen nacional formula preguntas que resultan complejas pero no por la dificultad de los temas sino por la manera en la que son abordados. Con un buen entrenamiento se podrán contestar preguntas de temas incluso no dominados utilizando un adecuado razonamiento médico. Es esencial leer con detenimiento y entender las preguntas de los casos clínicos, ya que una palabra puede dar la pauta de la respuesta. La respuesta será diferente si se pregunta el estándar de oro de diagnóstico o el método diagnóstico de elección, el tratamiento de primera o segunda línea, el manejo adecuado en un paciente con determinada contraindicación, grupo etario, estado gestacional, etc.
Sigue las siguientes crónicas para descubrir nuevas recomendaciones te ayudaran en el proceso de preparación para el ENARM en la siguiente liga.